
PODER Y ENERGIA EN LAS PIEDRAS NATURALES
A lo largo de la historia, diversas civilizaciones han utilizado el poder de los cristales y las piedras para proteccion o para sanacion. Las crónicas más antiguas nos hablan de su extracción desde el legendario Egipto hasta las minas del valle de Oxus en Afganistán, pasando por Europa y Civilizaciones indigenas en America.
Los reyes de la India antigua debían quedarse con las mejores gemas para protegerse del sufrimiento. Ya en el s. V a. C., algunos tratados de astrología en sánscrito consignaban observaciones sobre el origen y el poder de las piedras. Los astrólogos recomendaban a personas aquejadas de algún mal que llevaran puestas ciertas piedras para contrarrestar el efecto negativo de los planetas.
Las prácticas médicas de muchas culturas antiguas incluían lucir talismanes y amuletos alrededor del cuello. Los romanos creían en la influencia directa y positiva sobre el ser humano de objetos externos al cuerpo, entre otros las piedras. Los primeros escritos griegos y romanos indican que las piedras participaban en la configuración de talismanes que garantizaban salud y protección. Los Mayas e indios de América utilizaban cristales para diagnosticar y tratar enfermedades. El poder oculto de las piedras y los cristales se ha utilizado desde que existen seres humanos en la tierra. Hoy en día, los cristales sirven para emitir e incrementar la potencia de determinadas energías. El rubí es utilizado en cirugía microscópica por láser. Los cristales de cuarzo se emplean, entre otros en aparatos de ultrasonidos, en relojes y memorias de ordenadores; también como osciladores para controlar las radio-frecuencias de equipos electrónicos; de condensadores para modificar la capacidad energética en circuitos y almacenar energía…
En un plano más esotérico, piedras y cristales se utilizan en meditaciones para desarrollar la intuición; colocados debajo de la almohada inspiran sueños apacibles y premonitorios. También se utilizan en gemoterapia para eliminar emociones equivocadas luchar contra el desasosiego y tratar otros desequilibrios del cuerpo. A pesar de todas sus virtudes, no debemos sobrevalorar el poder de los cristales, además se debe ser prudente a la hora de utilizarlos; pueden y deben utilizarse de acuerdo con una metodología específica y persiguiendo determinados objetivos.
El poder de las piedras y cristales
La innumerable cantidad de piedras preciosas y semipreciosas y su infinita variedad de colores y formas se debe al proceso de cristalización. Las tradiciones más antiguas y las investigaciones actuales están de acuerdo en que el hombre es un receptor y transmisor de energía al igual que los cristales. Por esta razón podemos encontrar en sus diversas variedades las cualidades que vibran en sintonía con nuestros cuerpos. La gemoterapia se basa en que todas las cosas y seres del Universo se componen de los mismos materiales y energías. Cuando el cuerpo humano desequilibra sus energías por alguna razón: Pensamientos negativos, celos, envidias, odio, rencor, temor o traumas, las piedras le aportan la energía necesaria para corregir dicho desequilibrio o bloqueo.
Según el pensamiento hindú, la energía universal se concentra en los siete “chakras” o centros energéticos, que pueden activarse mediante la aplicación de gemas y colores. A cada “chakra” le corresponde una de las siete glándulas endocrinas -pineal, hipófisis, tiroides, timo, suprarrenales y ovarios o testículos, según el sexo- y uno de los siete colores del arco iris: violeta, índigo, azul, verde, amarillo, naranja y rojo. El cristal-terapeuta elige los cristales o minerales cuya energía se corresponde con el color del o los “chakras” desequilibrados para restablecer la armonía y explica al paciente como utilizarlos.
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